miércoles, 13 de noviembre de 2013

Primer amor de Teresa Cabarrus




PRIMER AMOR DE TERESA CABARRÚS

Su primer amor fue Jean-Alexandre Louis de Méréville hijo de hijo del Márquez Laborde, tenía veintiún años y era bello como un rayo de sol. Su forma de conocerse fue bastante cómica y romántica. Teresa acababa de bailar su bolero e intentando esquivar a un viejo petimetre empolvado y con labios tan rojos y perfilados que mucho le recordaba a la máscara de Monsieur Picard, decidí salir al jardín a tomar aire. ‘‘Donde estas, petite espagnole'' ¡ven aquí!'', decía aquel vejestorio que sin duda se le había ido la mano con el vino de borgoña – ''no te escondas te encontrare de cualquier manera ''-cuando, de pronto, de entre las sombras de unos cestos próximos, apareció una bella pierna enfundada en una media de seda azul que hiso rodar por tierra al pisaverdes hasta que aterrizo cómicamente en un bosquecillo de ortigas. De ahí empezaron a hablar y se enamoraron profundamente todo comenzó como una aventura pero se fue convirtiendo en amor, y se comprometieron, como él era hijo de un noble y ella no tenía nobleza alguna su padre no la quería como yerna, juan le prometió a su padre que si no la dejaba casar con tersa se iría a estados unidos a la batalla, por más que le rogó este no cambio de parecer y así este romance de un mes se acabó y juan se fue a estados unidos meces después Rousseau escribió
Esta historia fugaz, que tanto y tan tempranamente de  marcarse, tuvo un triste epilogo. Muchos años más tarde supe por un amigo común que Jean-Alex había muerto a los pocos meses de llegar a América en un incidente en el puerto de los franceses, en la costa noroeste de ese continente, a manos de los nativos. (Rousseau, 1786)

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